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domingo, septiembre 24, 2006

El espejo

El espejo

Era el unico objeto merecedor de algun tipo de halago en toda la casa. Era lo que podia definir a ese cuarto, lo que le daba personalidad. Es el espejo por supuesto, el espejo que posado justo al lado de la ventana mostraba lo que uno queria ver. La interminable miriada de personas grises que miraban al espejo solo veian su reflejo, lo que eran, sus imperfecciones y sus así llamados atributos. Nadie veia nada mas. Nadie mas veia algp en el espejo mas viejo del cuarto mas viejo del hotel mas viejo de la ciudad mas nueva.

Tuvo que venir ella, ella no era como los otros que habian dormido en esa desgastada cama. Ella era especial, era el tipo de mujer que puede deshacerte con una mirada, desarmarte con una sonrisa y hacer que mueras por ella sin saber realmente por que. En el primer dia de su estadia, simplemente se acomodo en el cuarto, dejo sus cosas y se tiro en la cama a ver television como si realmente le importara. Mientras oscurecia el dia al mismo tiempo que su animo, vio el espejo. Lo vio completamente limpio y brillante, a pesar de que el cuarto estaba cubierto por una fina capa de polvo, o tal vez justamente por eso.

Y luchando contra las voces de su cabeza y las de la cama, que la reclamaban para si, para recordar aquello que no quiere ser recordado, ella se paro. Su caminar era gracil, gris y gitano. Se acerco sin dudar al espejo y se vio en el. Pero no se vio a ella, o al menos no a ella ahora. Se vio con el unico hombre que no habia caido por su fachada de mujer fatal, se vio en otro lugar, en el lugar donde, entre sabanas sudadas, hablaban que vivirian. Se vieron todas las promesas hechas entre gemidos cumplidas. La casa con cerco blanco, los 2 hijos y la simple felicidad. Pero ella pestañeo y cuando lo hizo, vio bien, vio como era, no como debia haber sido. Vio la misma escena, el hombre, la casa, los hijos, pero la mujer no era ella, era otra. Era la que realmente estaba cumpliendo su sueño con el hombre de sus sueños, ese que se fue cuando lo etereo quedaba en lo etereo y las fachadas no caian. Se fue cuando ella no aceptó que las cosas eran distintas.

Las lagrimas que corrian por encima de sus pomulos dorados se veian a la vez como disculpas, como aceptacion de errores y como pedido de una segunda intencion. Mientras esas manos que tenian que confesar mas pecados que su dueña, secaban las lagrimas, la imagen volvia a cambiar. Lo que se veia esta vez era una discusion entre ese hombre y la mujer que vivia su sueño y que no era ella. El espejo no emitia sonidos, pero ella sabia que tipo de pelea estaba viendo, la habia vivido mas de una vez. Era una pelea causada por celos, desidia y rutina.

El hombre terminaba tomando sus cosas y saliendo mientras de su boca partian dardos envenenados con la agonia de un amor que muere. Aunque sentia el dolor de su amor, no podia evitar sentir que en el fondo tenia razon, la casa y la vida perfecta son solo sueños, como se lo habia gritado la ultima vez que lo vio, en una escena parecida a la que estaba viendo ahora. De pronto, lo que veia en ese espejo la paralizo. Solo su fuerza de voluntad y su curiosidad impidio que cayera al piso cuando lo vio entrar a ese hotel viejo con camas viejas y con deseos nuevos. No solo eso, sino que lo veia registrarse y entrar en la habitacion de al lado, en el mismo momento que veia que el cerraba la puerta de su cuarto, ella escucho el ruido de un portazo de la habitacion de al lado.

Esta era su oportunidad, la persona de su vida, en el cuarto de al lado, con un corazon roto de la manera en la que solo ella sabe como arreglarlo. Se arreglo de la manera que pudo y salio de la habitacion para verlo a el, al que se le habia escapado y que la suerte, el destino o el espejo le habian concedido otra oportunidad.

Golpeo a la puerta y esta se abrio, dos desconocidos se vieron por primera vez en la vida. Ninguno temio, dudo o se arrepintio. Ella no estaba viendo al hombre que alguna vez la dejo y el no veia a la mujer de su sueños. Cada uno veia su reflejo, lo que uno seria si no fuera el que es. Ella entro, el cerro la puerta. En la otra habitacion, el espejo se rompia. Ya no habia sueños ni deseos que mostrar, era la hora de vivirlos.